¿Quién puede decir que no ha despertado al menos una vez a media noche alarmado por una pesadilla? Es una situación muy común que equivocadamente se confunde con una parasomnia conocida como terrores nocturnos, pero no, estos episodios son algo completamente distinto. Los terrores nocturnos en niños no son precisamente los malos sueños.
¿Qué es una parasomnia?
De acuerdo con la Clínica del Sueño de la Universidad Nacional Autónoma de México, las parasomnias son conductas indeseables que suceden durante el sueño, entre las que se encuentran las pesadillas, el sonambulismo, orinarse dormido y los terrores nocturnos.
¿Qué son los terrores nocturnos en niños?
La mejor forma de explicarlos es comparándolos con un estado de sonambulismo, en el que la persona verdaderamente está aterrada por algo que sucede solo en su mente mientras está dormida, las reacciones pueden ir desde gritar hasta tratar de huir de donde está e incluso lastimarse.
Quizá estás pensando que es lo mismo que tener pesadillas, pero no, son dos cosas distintas. Una pesadilla es un mal sueño del que generalmente puedes despertar muy asustado y una vez que te calmas puedes dormir de nuevo, a veces temeroso por el recuerdo de lo que sentiste en el sueño; es precisamente esa la diferencia: de una pesadilla despiertas y además la recuerdas.
Durante un episodio de terrores nocturnos el niño que los padece permanece dormido, y a la mañana siguiente no recuerda nada de lo sucedido, de manera que no tiene nada que ver con una pesadilla.
¿Cómo es un episodio de terrores nocturnos en los niños?
Aunque no lo creas estos ocurren durante la etapa en que el sueño es más profundo, los padres refieren que los chicos que los padecen suelen presentar uno o varios de los siguientes signos:
- Llorar de manera incontrolable.
- Gritar aterrados.
- Estar sudorosos y temblorosos.
- Tener respiración agitada.
- Tener una mirada aterrorizada, ausente o con los ojos vidriosos.
- Patear, manotear y tirar cosas.
- No reconocen a nadie.
- Tratan de soltarse si alguien intenta contenerlos o detenerlos.
Los terrores nocturnos en niños son algo que sin duda es impactante para cualquiera, sobre todo para los papás cuando es su hijo el que presenta esta parasomnia que, aunque es inofensiva y suele desaparecer cuando el pequeño crece, sí es inquietante para quien está presente cuando ocurre.
¿Qué hacer si tu hijo tiene terrores nocturnos?
Sé muy bien que a nadie le resulta agradable ver que un niño grita y llora por miedo, sobre todo si se trata de un hijo, sin embargo, lo primero que debes tener en mente es hacer lo posible por conservar la calma ante los terrores nocturnos.
- Asegúrate de que tu hijo no se haga daño
- No intentes despertarlo, para él puede ser muy estresante despertar y ver que estás espantado (él no sabe lo que estaba ocurriendo)
- Aleja todo lo que pueda lastimarlo en caso de que se levante y camine o corra
- Si quiere salir de la habitación trata de conducirlo tranquilamente de regreso a la cama
Platica con tu pediatra sobre lo sucedido, él es la persona indicada para señalarte el tratamiento a seguir (en caso necesario) o bien, canalizarte con un médico especialista del sueño.
¿Cuál es la causa?
Como sucede con las otras parasomnias, no hay causas específicas que provoquen los terrores nocturnos en niños, sin embargo, los especialistas sí mencionan algunos factores que pueden estar presentes en los chicos que los padecen:
- Agotamiento físico
- Estrés
- Alteraciones en las rutinas de sueño
La Clínica Mayo menciona que también pueden ser la consecuencia de alguna de estas situaciones:
- Respiración asociada a trastornos del sueño: un grupo de trastornos que comprenden patrones anormales de respiración durante el sueño (el más frecuente es la apnea obstructiva del sueño).
- Síndrome de piernas inquietas.
- Algunos medicamentos.
- Trastornos del estado de ánimo, como la depresión y la ansiedad.
¿Es posible evitar que esto le ocurra a tu hijo?
Igual que con cualquier otra complicación en la salud, es mucho mejor hacer lo posible por prevenir que ocurran los terrores nocturnos en los niños que tratar de curar o remediar cuando algún padecimiento se presenta, en lo que a sueño se refiere, tú puedes ayudar a que tu pequeño duerma rápido y de la mejor manera si le inculcas hábitos para una óptima higiene del sueño. La Academia Americana de Medicina del Sueño (AASM) propone:
- Mantener un horario de sueño constante. Dormir y levantarse a la misma hora todos los días.
- Dormir las horas que le corresponden de acuerdo a su edad.
- Construye una rutina relajante para la hora de dormir.
- Haz que su dormitorio sea tranquilo y relajante.
- Mantén su habitación a una temperatura agradable y fresca.
- Limita la exposición del menor a la luz brillante por las noches.
- Darle un baño tibio antes de dormir le puede ayudar a relajarse.
- Procura que su última comida antes de dormir sea ligera.
- Procura que su consumo de líquidos (agua o leche) antes de ir a la cama sea moderada.
El sueño es una parte fundamental para el balance de la salud, de ahí la importancia de cuidarlo y en caso necesario consultar con el médico especialista para lograr que sea reparador y bien cuidado, los niños no están exentos de tener alteraciones a la hora de dormir, afortunadamente como papá siempre puedes estar a su lado para cuidarlos.
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