Así evoluciona el sueño de nuestros niños y niñas

El “prepárense para no dormir” que se suele decir a los nuevos papás y mamás no debería tomarse tan a la ligera, porque es un verdadero tema en los nuevos días de crianza.

Por Liliana Amaro, coach de sueño infantil

Desafortunadamente, la educación que existe sobre el sueño del bebé que viene en camino es muy poca. De hecho, en los cursos de parto psicoprofiláctico este aspecto no se desarrolla como tal: poco se menciona cómo dormir al bebé o qué hacer si no duerme, y mucho menos se menciona el tema de que la madre o la pareja puede llegar al cansancio extremo y sufrir desvelo crónico.

El personal de salud solo habla de lo que se ha aprendido en las aulas, pero solamente cierto porcentaje tiene la experiencia de tener hijos y experimentar el desvelo intenso cuando un bebé no duerme. Existen excepciones, como la del creador de “La crianza con apego”, el pediatra William Sears, padre de ocho que, por supuesto, sufrió los desvelos.

Educar a las familias sobre el sueño de los pequeños es una misión. Después de haber sufrido desvelo crónico con mi primera hija, y de haber intentado muchos métodos para lograrla dormir, decidí convertirme en experta en sueño y predicadora de los buenos hábitos a la hora de dormir, y esto es lo que he encontrado:

Recién nacidos

Es normal que un bebé recién nacido duerma hasta por 18 horas con despertares de entre dos y cuatro horas. Este patrón comer-dormir siempre hará que mamá y papá se sientan perdidos con respecto al día y noche, e incluso a la rapidez con la que el tiempo pasa. Pronto el bebé alcanzará las 12 semanas.

12 semanas

El recién nacido deja de serlo y se convierte en bebé de tres meses. El patrón de sueño o se consolida en bloques mayores de cuatro a seis horas o se descontrola exageradamente hasta despertares de cada hora, lo que derivará en más desvelo para los cuidadores del bebé.

En esta etapa, el bebé a la hora de dormir, puede lograr:

  • Despertar sin llanto.
  • Dormirse por sí solo, sin la necesidad de la intervención de mamá o papá.
  • Dormir temprano y estar en rutina (despertar y dormir a la misma hora todos los días).
  • Dormir de cuatro a seis horas de corrido, lo que equivale a despertar un par de veces por noche y tener unos padres descansados.

En esta etapa del bebé, sus hábitos están formados casi por completo (90%), lo que significa que puede dormir con un patrón de sueño estable, por eso es importante que en esta edad los papás establezcan la rutina definitiva de sueño.

7 meses

Es una etapa importante, en la cual se tiene una nueva oportunidad de reestructurar el sueño. El total de horas de sueño varía entre 14 y 15 horas por día, incluyendo siestas. Si el bebé aún no sabe dormir, los siete meses serán caóticos y el cansancio será exponencial para los padres y el pequeño. Se recomiendan de dos a tres siestas y una noche entera sin despertares.

12 meses

Llegar al año de vida es un triunfo, y más si se ha llegado sin dormir bien. Es aquí cuando el bebé comienza a protestar más y los signos de desvelo empiezan a hacerse más notorios en los menores y adultos. Las noches a esta edad deben dormirse en un solo bloque y las siestas aún deben existir – de preferencia, dos–.

2 años

El niño ya camina, casi habla y debería dormir toda la noche. Dos siestas siguen siendo recomendables. Si el niño no duerme bien esta etapa, se reflejará en sus “terribles dos”, época en la que el niño hace berrinche, está inconsolable, pega, grita y patalea. Esto puede atribuirse a un niño cansado con déficit de sueño. La reestructuración del sueño en esta etapa es un poco más delicada y representará un reto.

4 años a 8 años

Definitivamente se espera que a los cuatro años el niño duerma bien de noche, de 10 a 12 horas. Es poco probable que haya siestas, pero un periodo de descanso al día es necesario. Cuando se presenta un déficit de sueño los signos más comunes serán comportamientos sociales, conductuales y de aprendizaje negativos. Las rutinas son altamente recomendables para el control de los hábitos del sueño.

Te recomendamos: Los verdaderos expertos en el cuidado de su bebé son los propios padres.

10 consejos para que los niños duerman mejor

  1. Aprende a dormir a tu bebé. Identifica la cantidad de horas que debe dormir tu bebé de acuerdo con su edad. Te comparto la siguiente tabla para que sepas establecer sus horarios de siestas y sueño. Esto te ayudará a tener un mejor control y crear buenos hábitos.
  1. Rutina diaria. Planea todas las actividades a realizar durante el día con horarios. Para los pequeños esto es algo importante, pues les da una sensación de control y seguridad. El patrón de despertar–comer–jugar–dormir se debe seguir de acuerdo con la edad. Puede ser repetitivo, durante el día, en bebés y para un niño de 6-8 años es un día común.
  1. Limita el uso de aparatos electrónicos. Todos los dispositivos electrónicos emiten luz azul que evita que la producción de la hormona del sueño comience. Especialmente en menores de 5 años, el uso de cualquier tecnología debe ser limitada especialmente cerca de la hora del sueño.
  1. Alimentación adecuada. Es importante cuidar de la dieta de tus hijos e hijas, pues uno de los principales factores por los que los pequeños no pueden dormir adecuadamente, se debe a la cantidad de azúcar que ingieren. Revisa el contenido de azúcares en galletas o yogur, pero en especial en los alimentos de la cena.
  1. Ambienta su espacio. Los niños viven en un mundo de adultos, por lo que es importante y vital para ellos tener un espacio propio en el que puedan sentirse cómodos y desarrollar su personalidad. La habitación de un niño es su refugio, debe cumplir con la misión de hacerlo sentir bien y seguro. Antes de llevarlo a la cama, ya debe estar lista para comenzar el descanso.
  1. Acondiciona su habitación. Mantenla limpia y ordenada. Cuida que los objetos, colores y texturas que lo rodean no sean distractores. Durante el sueño los niños crecen, renuevan su energía, procesan todo lo vivido durante el día.
  1. Ponle ropa cómoda. El bebé puede dormir con mamelucos y pijamas de una sola pieza, en vez de usar una colcha. Que sea la adecuada para cuidar que no pase frío o calor.
  1. Trabajen en equipo. Involucra a todos los miembros de la familia o los que viven bajo un mismo techo. La comunicación, seguimiento de horarios y actividades ayudará a los pequeños a la hora de dormir, ya que, por naturaleza, les gusta imitar a los adultos.
  1. Limitar hábitos para poder dormir. El sueño es una necesidad vital que debe de suceder por sí sola. El menor que aprende a dormir solo tiene más independencia y da a los padres una sensación de tranquilidad.
  1. Dormir en un ambiente armónico y relajado. Si la persona que se encarga de poner a dormir al bebé o a las niñas y niños está de buen humor, tranquila, relajada y con la mejor disposición de hacerlo, ellos dormirán más rápido y de forma tranquila. Una actitud positiva siempre te ayudará a lograr tu objetivo.

El 19 de marzo se celebra el Día Mundial del Sueño para crear conciencia sobre el sueño como un privilegio humano que a menudo se ve comprometido por los hábitos de la vida moderna.

Liliana Amaro es Coach Internacional de sueño infantil y fundadora de Zzleep My Baby, una de las primeras consultorías del sueño en México. Tiene certificación como asesora de lactancia, por Edulacta, España. Es instructora de masaje infantil por Baby in Mind, Australia y miembro de la Asociación Internacional de Consultores de Sueño, en México, y por la Association of Professional Sleep Consultants, en Australia, donde actualmente radica.

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