Poco a poco el calor se ha instalado en el hemisferio norte de nuestro planeta, y con él la emoción de las próximas vacaciones de Semana Santa se apodera de prácticamente todas las personas. Tener unos días de descanso y esparcimiento es una oportunidad que nadie quiere desaprovechar, aún cuando no se pueda hacer un largo viaje, siempre hay manera de disfrutar en familia. Si eres de los afortunados que saldrán a la playa, a algún balneario o simplemente acudirán a una alberca comunitaria cercana, seguro te estarás preguntando qué dispositivos de flotación son seguros para los bebés y niños pequeños. Pues llegaste al lugar indicado porque aquí te tenemos un resumen que esperamos te sea de gran utilidad en tus próximas vacaciones.
Uno de los aspectos que nunca debe dejarse de lado durante las vacaciones es la seguridad, sobre todo cuando las actividades a realizar se salen de la cotidianidad, como puede ser el caso de ir a la playa o algún sitio con piscinas, sobre todo para quienes vivimos en una ciudad donde las actividades acuáticas no son cosa de todos los días.
Durante las calurosas jornadas de primavera y verano no hay quien no disfrute pasar unas cuantas horas sumergido en una piscina o refrescándose constantemente en el mar, es por eso que en esta ocasión te hablaré sobre qué dispositivos de flotación son seguros para los bebés y niños pequeños.
¿Qué es un dispositivo de flotación?
Se trata de algo que se fabrica con el fin expreso de ayudar a que una persona flote en el agua, sea porque no sabe nadar o porque sabiendo nadar se encuentre herida o muy cansada, como son de uso personal se llaman también dispositivos para flotación personal o PDF (Personal Floating Device, PFD, por sus siglas en inglés). La Cruz Roja indica que “un dispositivo para flotación personal está diseñado para ayudar a que una persona flote y se mantenga sobre el agua. Ayuda a que una persona mantenga su cabeza fuera del agua, incluso si está muy cansada”.
¿Cuál es el mejor dispositivo de flotación?
Los expertos en seguridad recomiendan que, sin importar la edad, todas las personas que estén cerca de grandes masas de agua usen un chaleco de flotación, coloquialmente llamado chaleco salvavidas, ya que estos han sido diseñados para mantener a salvo a quien lo usa. Los dispositivos deben ser certificados o aprobados por instancias oficiales como la Guardia Costera de los Estados Unidos o las normas oficiales de los distintos gobiernos.
Ahora bien, ten mucho cuidado ya que existen distintas clases de chalecos, dependiendo en qué aguas vayan a ser usados, quizá parezca exagerado mencionarlos cuando estamos hablando de los mejores para bebés, pero ellos no son prohibidos en un crucero, por ejemplo, entonces, donde haya un bebé cerca del agua habrá que procurarle un dispositivo de flotación seguro. A continuación, enlistaré aquéllos chalecos avalados por la Cruz Roja que pueden (y deben) ser usados por bebés y niños:
- Chaleco salvavidas tipo 1 (I) para usar lejos de la costa, diseñado para navegar en mar abierto, en mares agitados o en aguas remotas donde se puede demorar un rescate. Tienen la característica de hacer que el usuario pase de una posición boca abajo a una posición vertical o ligeramente inclinada hacia atrás, evitando que la cara quede bajo el agua, ayuda a que se mantenga esta posición por un tiempo prolongado; es por todo esto que este sí es un chaleco salvavidas; dispositivo de flotación más seguro para los más bebés.
- Chaleco flotador tipo 2 (II) para usar cerca de la costa, diseñado para la navegación recreativa general en aguas interiores tranquilas, donde es probable que se produzca un rescate rápidamente. Pueden ayudar a que una persona inconsciente en el agua pase desde una posición boca abajo a una posición vertical o ligeramente inclinada hacia atrás. Este es más cómodo que el anterior y tiene una mayor variedad de tallas infantiles.
- Chaleco o ayuda para flotación tipo 3 (III), a menudo se utiliza para la navegación general en aguas tranquilas o para los deportes acuáticos. Una persona puede tener que inclinar su cabeza hacia atrás para mantener su cara fuera del agua, definitivamente es para ayudar en la flotación por corto tiempo, ideal para las piscinas o parques acuáticos.
Estos chalecos deben tener una etiqueta en la que se muestre claramente el tipo de dispositivo de que se trata (1, 2 o 3), la talla, el peso corporal que puede soportar, así como la certificación o norma oficial que avala su funcionalidad.
¿Te diste cuenta de que en la lista no dice flotis, lanchita, tortuga ni mucho menos inflable? Esto es porque no hay ningún organismo que avale los inflables como dispositivos que puedan salvaguardar la vida o la salud de ningún niño, no digo que no sirvan, ayudan, pero definitivamente son un riesgo doble ya que además de que no garantizan evitar un accidente, dan la falsa creencia de que es así, entonces muchos adultos pueden creer que por ponerle o darle un inflable a un niño lo está protegiendo.
Los inflables tienen muchos riesgos, se pueden ponchar, rasgar o reventar por el sol, lo cual podría ser catastrófico, no evitan de ninguna manera que la cabecita o cara del menor pueda sumergirse y, además, los que son estilo lanchita (que tienen un piso o asiento) son sumamente inestables y se voltean con facilidad.
Los inflables son bonitos y les causan ilusión a los pequeños, pero debes verlos como juguetes acuáticos y nunca como una opción de mantener a tu hijo a salvo, los niños siempre deben usar chaleco salvavidas no inflable.
Consejos de la Academia Americana de Pediatría (AAP):
- Los niños deben ponerse chalecos salvavidas y usarlos siempre que estén en barcos o similares y cerca de masas de agua.
- Enséñale a tu niño ponerse su propio chaleco salvavidas.
- Cerciórate de tu niño se siente cómo con el chaleco salvavidas y que sabe cómo usarlo.
- Asegúrate de que el chaleco salvavidas de tu niño es de la talla apropiada. El chaleco no le debe quedar flojo. Siempre debe ser puesto de acuerdo con las instrucciones y con los cinturones amarrados.
- Flotadores tipo alitas para el agua, juguetes, balsas, y colchones de aire nunca se deben usar para reemplazar los chalecos salvavidas o los flotantes salvavidas. Estos no brindan seguridad.
- Los adultos siempre deben ponerse un chaleco salvavidas para su protección y para dar un buen ejemplo.
Ahora ya lo sabes, como parte de la planeación de tu próxima visita a una piscina, a la playa o a un lago, el número uno en tu lista de pendientes debe ser un dispositivo de flotación seguro (chaleco salvavidas) adecuado para tus hijos o para toda la familia si es que estarán en altamar.
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