Tres ideas para “bajarle a la ansiedad” que te provoca el embarazo

Por Educadora Perinatal Jimena Guarque, embarazo, parto y lactancia materna

1. Hacer un proyecto artístico

Pam Engaland y Rob Horowitz, autores del libro Birthing from Within, hablan sobre la importancia de tener un proyecto creativo-manual para calmar la ansiedad en el embarazo, los miedos y pensamientos de incertidumbre, y transformar la energía de preocupación en energía creativa. La idea es permanecer en el momento presente y no en tu cabeza, en donde suelen merodear los miedos y fantasías catastróficas hacia el futuro.

Y no hay nada mejor para permanecer en el presente que “ensuciarse las manos”. Los proyectos que tengan que ver con tu bebé pueden ayudarte a establecer un vínculo mientras pones manos a la obra. Por ejemplo: hacer un mural para su cuarto, un móvil de papel maché para su cuna o arreglar el jardín donde jugará.

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Pero tómalo en serio. Puedes buscar ideas e inspiración en Internet, no tiene que ser nada muy costoso pero sí muy especial. Es conveniente integrar a la familia en este proceso: papá, hermanos y hasta abuelos pueden divertirse mucho haciéndolo mientras comparten sus ilusiones y alegría.

2. Llevar la mente al presente

Los ejercicios de mindfulness te ayudan a centrarte en las sensaciones físicas para salir un momento de la mente y ayudarte a reducir la ansiedad en el embarazo. Eckhart Tolle en su libro El poder del ahora explica que “nunca nada ocurrió en el pasado, ocurrió en el Ahora. Nunca ocurrirá nada en el futuro; ocurrirá en el Ahora”. La estimulación a los sentidos ayuda mucho a vivir el momento presente.

a) Enfoca tu atención en lo que hay a tu alrededor cuando sientas que llega la ansiedad. Anota en una hoja:

  • Los colores que ves.
  • Los objetos que ves.
  • Los objetos circulares, cuadrados y triangulares que ves.
  • Los sonidos que escuchas.

b) Intenta con el frío. Colócate un hielo en la mano teniendo como meta aguantar un minuto. Después, prueba sostenerlo mientras escuchas música, ¿aguantas con el más tiempo? Ahora prueba mientras hueles algo rico.

c) Camina. Sal a caminar mientras disfrutas de todo lo que te rodea. Es muy importante que te vincules con lo que ocurre a tu alrededor. Observa a los pájaros, escúchalos y trata de imitar sus sonidos. Toca los troncos de los árboles, huele las flores y camina descalza en el pasto. Siéntate al sol y goza de su calor.

Los ejercicios de mindfulness te ayudan a centrarte en las sensaciones físicas para salir un momento de la mente.

3. Informarse

Es natural que en las últimas semanas incremente la ansiedad en el embarazo y que estés ansiosa porque nazca tu bebé. Ya quieres conocerlo y, además, las incomodidades han ido en aumento: te sofocas, te levantas al baño muchas veces durante la noche, quizá tengas calambres y no te sientas cómoda en ninguna posición.

Debes saber que este tiempo es crucial para que tu cuerpo se prepare para parir y para el desarrollo fetal. Tu bebé se acomoda boca abajo y encaja su cabeza en tu pelvis para descender. El cuello de tu útero se empieza a suavizar para preparase para el parto y comienzan las contracciones “de ensayo” (de Braxton Hicks). Los pulmones de tu bebé están madurando y se está formando la grasa en su cuerpo, la cual lo ayudará a conservar mejor su temperatura una vez que salga y le dará esas piernitas gorditas y adorables. La materia blanca de su cerebro se multiplica cinco veces entre las semanas 35 y 41 de gestación, según Lamaze Internacional.

Cuando los órganos de tu bebé estén listos, su cuerpo liberará una sustancia que le indicará a tus hormonas desencadenar el trabajo de parto.

Un bebé que nace antes de las 38 semanas tiene mayor riesgo de dificultad respiratoria, ictericia, inestabilidad térmica, hipoglucemia y dificultad para el inicio de la lactancia. De ahí la importancia de no inducir el parto si no hay una razón médica para hacerlo.

Visualiza a tu bebé creciendo para llegar a conocerte. Saber que cada día que pasa él se hace más fuerte te ayudará a sobrellevar mejor la espera.