Cómo enseñar a tus hijos el valor del dinero

A muchos adultos nos cuesta trabajo gestionar el dinero: gastamos de más, no sabemos ahorrar: ¡simplemente se nos escapa de las manos! Esas carencias surgen porque en realidad no hemos tenido una buena educación financiera en casa. Es por ello que resulta muy recomendable que empieces a enseñarles a tus niños el “valor” real del dinero desde pequeños.

La educación financiera comienza en casa

Una adulto que tiene una buena relación con el dinero sabe administrarse. Aspectos como el ahorro, la planificación, la jubilación o el uso adecuado de productos financieros o la selección de créditos, nunca se le escapan de las manos.

Pero esa visión sana del dinero comienza en casa, continúa en las escuelas y sigue al niño en todo los aspectos de su vida hasta la edad adulta. Porque, queramos o no, utilizamos dinero para todo, pero hay que ponerlo en perspectiva, explicarle a nuestros hijos exactamente lo que es, de dónde surge y para qué sirve.

La escritora española Laura Mascaró, mamá de dos niños y asesora financiera explica que en las sociedades actuales hay dos visiones extremistas de enseñar el concepto del dinero a los niños.

“Hay dos tendencias sobre el valor del dinero y ambas están equivocadas. La primera es la que dice que el dinero no es importante. Pero le mandamos una idea contradictoria a los niños, porque bien que nos vamos todos los días a trabajar para conseguirlo y bien que lo necesitamos.

“La otra tendencia es reconocer que sí, el dinero es importante, pero es difícil de conseguir, difícil de manejar, francamente sufrido, que la riqueza se le da solo a unos pocos, está mal repartida y que va a ser complicado que nosotros tengamos acceso a ella”.

La escritora asegura ambas visiones son equivocadas: “Para mí las dos están mal planteadas. La cuestión no es el valor del dinero sino el valor de las cosas que cambiamos por dinero.”

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De dónde surge el dinero

Antes de enseñar a nuestros niños conceptos como el ahorro o la planificación, debemos comenzar a explicar el concepto mismo del dinero y de dónde surge.

“En mis talleres lo primero que hago es preguntar a los padres qué creen ellos que es el dinero, cuál es el valor del dinero y cómo se lo explicarían a sus hijos. Ahí se dan cuenta de que no saben qué es, pero también caen en la cuenta de que es una pregunta mal planteada. El dinero no tiene valor en sí, más bien nos sirve a los adultos para reflejar el valor que le damos a las cosas”, explica la autora.

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La historia del dinero

Los niños tienen más claro el concepto del dinero cuando se les platica su historia. Resulta que las personas comenzaron a usar el dinero hace muchos, muchos años, en las culturas antiguas, como una forma de pago. Primero se usaron metales preciosos y semillas. En México, ¡ la semilla de cacao era dinero!, incluso en algún punto en Europa, la sal era dinero.

“Hay que explicar a los niños la historia del dinero, de dónde surge, por qué con un billete que usan los grandes podemos ir a comprar cosas y con los billetes que usan los niños, esos que vienen en el Monopoly, no.

“El dinero no es una cosa. La sal en algún determinado momento de la historia fue utilizada como dinero. Sin embargo, la sal que hay en mi cocina no es dinero” añade la experta.

La asignación de un “valor” monetario a un objeto que sería insignificante, como una moneda o un billete, surgió cuando la gente desarrolló la capacidad psicológica de depositar la confianza en el otro y en la autoridad que vigile ese intercambio. Fue ahí cuando realmente surgió el dinero.

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El dinero no tiene “valor”, las cosas son las que tienen precio.

El valor del dinero y el precio de las cosas es diferente. El valor es subjetivo, el precio es un número.

“Otro concepto clave que tienen que aprender los niños es el concepto del valor a las cosas que conseguimos con el dinero. Lo primero que debemos dejar de hacer los adultos, es dejar de preguntar cuánto vale. En vez de eso hay que decir, cuánto cuesta. Cuando decimos cuánto cuesta estamos preguntando por el precio monetario que me van a pedir que pague si quiero una cosa. El valor del dinero es el que le das tú, qué tan importante crees tú que es el dinero. Eso diferente”.

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Enseña a tus hijos a tener su propio dinero

El último paso para cimentar las bases de una buena educación del dinero es enseñar a los niños a tener su propio dinero. ¡Tenles confianza y respeta sus decisiones!

“Estoy a favor de que los padres den paga a los niños para que practiquen tener su propio dinero”, dice la coach financiera. Obviamente no debe ser sin condiciones. Hay que dejar claro por qué se le da ese dinero y qué pueden hacer con él. Una parte clave es que el niño sepa que ese dinero es suyo, y eso significa que las decisiones las toma él. Nosotros podemos darle ideas, podemos darle sugerencias, puede preguntarnos o no preguntarnos, pero finalmente que él decida”

Cuando los niños tienen su propio dinero conocen el concepto de propiedad y el respeto a la propiedad y eso solo lo pueden aprender si tienen cosas suyas. Si no tiene libertad para usar su propio dinero estás creando interferencia con su relación con sus finanzas.

” Si los padres intervienen, los niños ya no está sacando la información de sí mismos, las decisiones personales no las toman desde su propio conocimiento sino que están condicionados a lo que el niño cree que es lo que tú consideras correcto o mejor. Para darle paga y luego decirle qué tiene que hacer con esa paga, yo antes te diría que no se la des. Si le das dinero para que sea suyo, deja que le sirva de entrenamiento para que mañana sepa qué hacer”, puntualiza la asesora financiera.

Una vez que tienes estas bases, ya puedes pensar en enseñar a tus hijos otros conceptos como el ahorro, pero como dicen las abuelas, empecemos por el principio.

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