“Compartir mis experiencias como mamá primeriza, estoy segura que más de una se sentirá identificada”, así se describe Nancy Aguilar en Mamá Primeriza, una fanpage en Facebook con casi 130 mil seguidores en donde comparte tips de crianza y anécdotas de la aventura más maravillosa de la vida: la maternidad.
“Abrí la página en 2020 porque, cuando nació mi hija, tenía las emociones a flor de piel. Empecé a escribir sobre cómo me sentía y vi que muchas personas respondieron. No pensé que tuviera tanto éxito”, nos cuenta Nancy.
Esas experiencias la llevaron a conectar con miles de mujeres que se sintieron identificadas. “Había más mamás que estaban pasando por lo mismo que yo estaba viviendo”.
A dos años de publicar su primer post, Nancy nos platica los consejos top que le daría a otras mamás primerizas, incluso a ella misma, para comprender lo que está pasando al tener a su primer bebé. Esto es lo que nos contestó. Todos son muy útiles, estamos seguros que te servirán.
1. La realidad sobrepasa todo lo que imaginaste
Es bueno informarse y prepararse antes de la llegada de tu bebé, pero nada se compara con tenerlo ya en tus brazos. Podrás leer miles de libros o incluso tener cierta experiencia con sobrinos e hijos de amigas, pero no esperes que todo sea como te platicaron o como decía el libro.
“Honestamente yo no me imaginaba que iba a ser así la maternidad. Ya había apoyado a mi hermana con sus dos niñas y creí tener noción de lo que era tener un bebé porque yo la ayudaba a bañarlas, a cambiarlas, a llevarlas a la escuela… Creía que estaba lista, pero nada te prepara para tener un bebé cuando tu cuerpo se está recuperando. Es un desgaste físico y emocional muy fuerte. Si a esto le sumas que mi bebé nació en pandemia, dejé de trabajar y tuve que lidiar con una depresión post parto, eso fue algo que no me esperaba”.
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2. Tu hijo es tu maestro
Cuando tienes un hijo te enfrentas a un mundo nuevo y tienes que ir aprendiendo poco a poco sobre él. Vas evolucionando como persona y como mamá porque tu bebé es tu mejor maestro.
“Emma me ha enseñado que tienes que evolucionar y crecer tú para enfrentar lo que viene en cada etapa de tu bebé. Hace dos años yo estaba aprendiendo todo el tema de la lactancia, del pañal, de bañar a la bebé y hoy estoy enfrentándome a la inteligencia emocional. Me he dado cuenta que hay muchas cosas que tengo que regular yo para poder transmitírselo a mi hija. La maternidad es crecimiento”.
3. Acepta tu nuevo rol
La maternidad es un cambio de vida radical que te confronta:
“En un inicio es un choque. El ver que ya no eres la mujer que fuiste antes de embarazarte, sino que ahora eres una nueva mujer con otras responsabilidades, es muy fuerte. Me costó trabajo pero ahora que entiendo mi rol de mamá es una bendición. Sé que tengo que crecer yo junto con mi hija.
4. Un día a la vez
Un mal día no te define como mamá.
“Todos los días son diferentes y llenos de aprendizaje, por lo que yo te diría que pienses en un día a la vez. No te castigues o te agobies porque tal vez hoy no fue bueno, ya mañana será un nuevo día y pensarás mejor las cosas. Tranquila, así es la maternidad, unos días son excelentes y otros no tanto. Lo importante es que no hay que catalogarnos o castigarnos diciendo que somos las peores madres solo porque tuvimos un mal día”.
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5. Sé paciente
Ve a tu ritmo, ten paciencia contigo, con tu cuerpo, con tu bebé. Cada cosa requiere su tiempo y periodo de aprendizaje.
“La lactancia, por ejemplo, es todo un arte. Aprendes tú, aprende tu bebé y hay un vínculo muy bonito, pero antes de que llegue esa conexión es difícil acostumbrarse. Algunas tienen éxito y no les duele, pero yo no fui de ellas, la verdad batallé mucho pero cuando logré aprender bien, me encantó. No te desesperes, ten paciencia contigo y con tu bebé”.
6. No te compares
“También te diría que no compares tu maternidad con la de alguien más porque todas son diferentes. No hay ninguna mejor ni peor. Cada quien está haciendo lo mejor que puede con lo que tiene. Como casi siempre pongo en los textos que escribo yo te diría: lo estás haciendo bien”.
7. A veces te sientes abrumada
“Para mí las primeras semanas fueron muy agobiantes, me sentía perdida. La página me ayudó a desahogarme y muchas me dijeron que también se sentían así. Ahí me di cuenta que no era yo, TODAS pasamos por altas y bajas. Tenemos quiebres. La maternidad es un vaivén de emociones, pero cuando te vas para abajo hay de dos: o te vas más abajo o es un parteaguas para que despiertes y salgas adelante. Hay días en que todavía me siento abrumada y eso nos pasa a todas”.
8. No puedes controlar con todo
“Cuando se nos juntan las actividades y las tareas, cuando el día no te rinde o no hacemos lo que habíamos planeado, te sientes frustrada. Emma llegó a enseñarme que no puedo controlar todo. Yo era de tener todo planificado y claro que no. Cuando eres mamá te enfrentas a que hay cosas que se salen de tus manos y no puedes controlar algunas situaciones, a las personas y las emociones”.
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9. Si necesitas ayuda búscala
“Otro consejo que te daría es que si necesitas ayuda la busques y la aceptes, porque tendemos a caer el ‘yo todo lo puedo hacer’. A mí me pasó y no es cierto. Aunque digas, ‘solo es un bebé y yo puedo hacerlo’, no es cierto. Es válido aceptar ayuda”.
10. Confía en tu cuerpo
“Ten confianza en tu cuerpo y en tu instinto. Aunque no sepas cómo pero lo vas a hacer bien, créeme, sí puedes”.
11. Sé selectiva con la información que consumes
“Las redes sociales tienen cosas buenas y malas, pero depende a lo que decidas ponerle atención. Hay que ser selectivas, nosotras tenemos el poder de elegir qué seguir. Toma lo que te sirva a ti y a tu familia y lo demás deséchalo”.
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