5 estrategias para solucionar las peleas entre hermanos

Además de jugar y pasar tiempo juntos, los hermanos pequeños suelen invertir una gran cantidad de energía en una sola actividad: pelear. Esta es una situación común –aunque no es una regla– en muchas familias.

En el libro Más sobre tu hijo, la psiquiatra infantil Natalia Trenchi menciona que algunos investigadores incluso describen a este vínculo como uno de los más violentos de la vida temprana. Trenchi hace referencia, en dicho texto, a un estudio en el que se arrojan datos reveladores sobre el tema, por ejemplo, que 74% de los niños investigados había agredido a su hermano físicamente en un periodo de un año. Por eso, si tus hijos pelean frecuentemente, es importante que aprendas a manejarlo de la mejor manera.

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Las peleas nuestras de cada día

Las causas de las peleas entre hermanos son muy variadas, pero tienen que ver, sobre todo con la etapa de desarrollo que están viviendo. Aitana Farré, psicóloga infantil y directora de Artilugio Terapia, explica que “dependiendo de su edad, cada uno tiene formas distintas de entender el mundo y, en ocasiones, eso provoca que haya cierta rivalidad. En la primera infancia los niños aún no tienen la madurez para desarrollar herramientas que les ayuden a resolver conflictos. Eso lo aprenderán con el paso del tiempo”.

Tener un espacio para estar con cada uno de tus hijos, dándoles atención plena, da resultados muy positivos para evitar los conflictos entre hermanos.

Existen muchos factores que suelen detonar dichas peleas, pero sin duda algunos de los más frecuentes son el juego y la relación con los principales cuidadores. En el primer caso, los conflictos surgen porque los intereses de los niños cambian dependiendo su edad; por ello, muchas veces los hermanos no logran establecer acuerdos y llegar a un consenso. En el segundo, las peleas son motivadas porque alguno de los pequeños percibe que el cuidador principal le presta más atención al hermano. “Muchas veces no lo hacemos de manera consciente, pero como figuras de cuidado, tal vez le prestemos más atención a uno de los dos por ser el más pequeño, por su temperamento o quizá porque consideramos que el otro puede hacer las cosas por sí mismo”, explica la psicóloga.

Tips para encontrar la paz

Lograr que tus pequeños tengan una relación armoniosa y lo más pacífica posible puede estar en tus manos. Farré te recomienda llevar a cabo estas cinco estrategias:

  1. Procura que tengan actividades juntos solamente si les nace. Muchos padres creen que los hermanos que pasan más tiempo juntos se llevan mejor, pero es un mito: “en la casa puedes establecer ciertas actividades puntuales en las que ellos pueden pasar un tiempo juntos. Cuando te des cuenta de que no lo desean así, dale su espacio a cada uno. Es mejor la calidad del tiempo que la cantidad”.
  1. Refuerza sus interacciones positivas. Si están teniendo un comportamiento positivo, como ayudarse, superar un obstáculo o trabajar en equipo, señálalo y reconócelo. Esto los motivará a repetirlo.
  1. Si agreden, guíalos para llegar a una solución. Cuando hay una agresión en la pelea, lo primero que debes hacer es enfocarte en el niño agredido: “si nos enfocamos primero en el que agredió estamos reforzando que pida atención de esta manera”, explica Aitana. “Ve con el agredido, escucha qué pasó y escucha también al otro. Luego dale un espacio a cada uno. Cuando estén más receptivos, invítalos a llegar a un acuerdo. Es importante que le pidas al niño que agredió que ofrezca una disculpa y repare el daño. Así ayudarás a generar empatía”.
  1. Hagan acuerdos sobre el uso de juguetes. Si los juguetes son de ambos, establece tiempos para que cada uno tome turnos de juego. Básate en esos tiempos: nada de decir que el grande, por ser más grande, tiene que darle un juguete al pequeño o viceversa. Asimismo, si cada quien tiene sus juguetes y uno de tus hijos no quiere soltarlo, está en su derecho, pero aliéntalo a prestarlo por un rato más tarde o a ofrecerle otro a su hermano.
  1. Busca tener un espacio con cada uno de tus hijos por separado. Tener un calendario donde se establezca un tiempo con mamá o papá para estar con cada uno de sus hijos, dándoles atención plena, es algo que tiene resultados muy positivos cuando se desea reducir los conflictos entre hermanos.

Cada uno de tus hijos entiende el mundo de manera distinta y eso puede generar cierta rivalidad entre ellos.