Estás en el súper con tu hijo y comienza a gritar porque quiere que le compres algo. Cada momento alza más la voz, la gente alrededor los voltea a ver y de pronto tu peque te lanza un manotazo. Ya ha sucedido antes por lo que te preguntas una y otra vez: ¿qué hago si mi hijo me pega?
En los primeros años de vida es cuando se aprende a regular las emociones, por ello es común que los niños hagan berrinches y golpeen a los demás, incluidos a los padres. Lo importante es cómo reaccionas a estos arranques y ayudas para que tu peque maneje sus emociones.
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¿Por qué pegan los niños?
En el proceso de aprender a expresar sus emociones los niños pueden pegarle a otros niños o a sus padres, pero no es lo mismo cuando esto ocurre a los tres años que a los ocho o en edades posteriores, explica Verónica Pérez Ruano, psicóloga infanto juvenil.
“La violencia no es deseable en ninguna edad, pero lo que está explicando estas situaciones es algo distinto en cada caso y nuestra actuación para controlar y manejar estos episodios será diferente también. Por ello es tan importante conocer el desarrollo infantil y de qué forma influye en el manejo de la frustración y la aparición de conductas agresivas, para que podamos dar la mejor respuesta en cada caso“.
La especialista comenta que cuando los niños tienen entre 2 y 3 años muestran conductas egoístas, agresivas y berrinches en los que golpean objetos o a las personas que los cuidan; este comportamiento se debe a una reacción de los pequeños a la frustración, lo cual es “esperable para su edad y momento educativo”, ya que a esta edad se encuentran en una fase en la que están empezando la gestión emocional y no tienen estrategias para afrontar sus emociones.
“Es habitual que al no conseguir lo que quieren los niños de esta edad se enfaden y ejerzan violencia, sin tener verdadera intención de dañar sino como ira explosiva contra la persona que no les permite conseguir lo que desean”.
La psicóloga Verónica Pérez Ruano detalla que los niños pegan porque es la manera en la que se sienten escuchados; recomienda a los papás reflexionar sobre si están favoreciendo de alguna manera este comportamiento agresivo.
“Analiza durante algunos días si cuando tu hijo está tranquilo y te pide o reclama atención o ayuda, tú tiendes a ignorarle, hacer como que no le escuchas, no atender a sus necesidades porque estás ocupada en otra cosa o cualquier otra actitud que no fomente tu disponibilidad”.
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¿Por qué mi hijo me pega?
Esta situación puede hacerte sentir mal como padre, al punto de preguntarte si estás haciendo algo mal. Incluso has pensado en que se trata de una actitud desafiante contra ti. Este tipo de conductas agresivas son causadas por muchos factores. “Por una parte, indica falta de gestión emocional, pero también interviene la personalidad y el temperamento del niño, así como la ausencia de normas y límites durante su educación”, explica la organización Criar con sentido común.
“La educación excesivamente permisiva, la jerarquía de igual a igual con los padres, los temperamentos fuertes y con baja tolerancia a la frustración, la impulsividad y la falta de empatía, característica de la infancia, son aspectos que influyen en el comportamiento agresivo de los niños pequeños“.
La organización comenta que la edad del niño también influye en las conductas agresivas, puesto que los niños hasta los seis años están aprendiendo a expresar sus emociones, por lo que los episodios de ira donde pueden llegar a golpearte son parte de su crecimiento; no obstante es importante que los papás observen cómo reaccionan cuando su hijo pega o grita, a fin de enseñarle a expresar de forma asertiva sus emociones, de lo contrario esos arranques de enojo continuarán a lo largo de su crecimiento.
“Si los niños aprenden que pedir las cosas de manera violenta les ayuda a conseguirlas, estamos reforzando su conducta negativa sin darnos cuenta. Así aprenden que la violencia es una forma válida de satisfacer deseos”.
¿Qué es la agresividad infantil?
La Enciclopedia sobre el Desarrollo de la Primera Infancia explica que la agresividad infantil se refiere a todas las conductas en las que el niño busca imponer su voluntad sobre otros, por lo que recurre a acciones como golpes, gritos, empujones y pellizcos contra los demás; este comportamiento es parte del desarrollo del niño, en especial durante los primeros cinco años de vida.
Esta plataforma también explica que el mayor desarrollo social y cognitivo ocurre en la primera infancia. Como parte del desarrollo cognitivo, la aparición de nuevas habilidades verbales y la conciencia de sí mismo contribuyen a un fuerte deseo de dependencia en el niño. Mientras que los padres comienzan a imponer reglas y límites, lo cual puede causar frustración en los pequeños.
“Los choques entre la voluntad de imponerse del niño y la postura de límites de los padres conducen a episodios más frecuentes de frustración y enojo. Por lo tanto, algunos comportamientos agresivos en respuesta a la frustración son comunes en la vida temprana”.
Aunque la agresividad infantil es parte del crecimiento de los niños es muy importante observar este tipo de comportamientos y atenderlos de forma asertiva, ya que la agresividad infantil “es uno de los grandes problemas de salud mental que afecta la integridad psicológica y las relaciones sociales de los niños”, advierte la investigación Factores de riesgo familiares y prácticas de disciplina severa que predicen la conducta agresiva infantil.
Dicho estudio señala que a veces es difícil determinar si el comportamiento agresivo es parte del desarrollo del niño o más bien es un síntoma de otro problema como conflictos familiares, un entorno violento, entre otros, por lo que debes observar este tipo de conductas en tu peque para poder ayudarlo.
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¿Qué hago si mi hijo me pega?
La manera en la que actúas como padre a los comportamientos agresivos de tu hijo contribuirán a que tu peque aprenda que los problemas no se resuelven con violencia. Cecilia Cores, especialista en psicoterapia infantil, comparte algunos consejos sobre qué hacer cuando tu hijo te pega:
- Mantén la calma: Cuando tu hijo te pega o grita puedes tomarlo como un desafío, pero debes estar tranquilo, de lo contrario aprenderá que puede obtener lo que quiere con violencia.
- Sé empático: Los niños pequeños no saben cómo expresar sus emociones, tus hijos necesitan de ti para aprender qué hacer con sus sentimientos.
- Muéstrale que está haciendo algo mal: Mantener una postura seria y firme diciéndole: “No pegues, duele”. Con ello tu peque entenderá que tu seriedad se debe a que no se comportó adecuadamente.
- No respondas con violencia: Si empleas la violencia para corregirlo, provocarás que se vuelva más agresivo.
- No digas malas palabras: Recuerda que los niños pequeños no son conscientes de lo que hacen. Evitar decirle: “Ya no te quiero” o “qué malo eres”; estas palabras pueden afectar la autoestima y el cariño que siente por sus padres.
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