Conoce tus derechos laborales como mamá lactante

Por Educadora perinatal Jimena Guarque

Hace 11 años tuve a mi primer bebé. Cuando cumplió dos meses y medio regresé a trabajar con todo y mi tira leches eléctrico doble para mantener mi banco de leche. Pero en mi trabajo (una empresa mexicana de nivel internacional) no había un lugar asignado para las mamás lactantes, así que teníamos que extraernos la leche en el baño.

Me recuerdo sentada en la taza con unas ventosas succionando mis pechos mientras sostenía las botellas y trataba de pensar en mi bebé para lograr aunque sea unas onzas. Afuera, una fila de mujeres esperando entrar al baño se preguntaban –algunas en voz alta– ¿qué es ese ruido? ¿por qué tarda tanto?. Olores, descargas de excusado, derrames de leche, condiciones súper antihigiénicas… 20 minutos que se hacían eternos.

Pasé por esto dos veces al día durante seis meses como otras varias mamás de mi oficina. Me sentía tan agotada física y emocionalmente por dejar a mi bebé en la guardería, las noches sin dormir y las complicaciones logísticas, que pasó por mi cabeza renunciar. Ninguna mamá lactante que vuelve al trabajo tendría que pasar por algo así.

Cuando vuelvas al espacio de trabajo, debes contar con un lugar adecuado e higiénico para extraerte leche. Este lugar no debe ser un baño, ni una enfermería, ni un consultorio médico.

Ganar-ganar

Una cultura laboral pro lactancia disminuye el riesgo de depresión posparto, promueve una mejor recuperación del posparto y a largo plazo, reduce el riesgo de osteoporosis y cáncer de mama y ovario. La leche materna previene las enfermedades más comunes en los niños (respiratorias, alérgicas y diarreicas). Por eso, fomentar la lactancia materna resulta en un menor índice de ausentismo de las mamás en un 30 a 70%, según la UNICEF. Además, conviene a los empleadores porque:

  • Evita que mujeres talentosas abandonen su trabajo.
  • Promueve un desempeño laboral libre de preocupaciones personales (más eficiente).
  • Mejora la imagen de la empresa.

Información es poder

Me hubiera gustado que cuando era una mamá primeriza adentrándose en la nada fácil tarea de maternar, alguien me explicara que tenía derecho a exigir un trato más digno por parte de mis empleadores. Así que ¡toma nota! Estos son los derechos que tienes si eres una mujer que amamanta según la Ley Federal del Trabajo:

  • Desde casa es mejor. Actualmente, debido a la contingencia por COVID-19 se recomienda que evites asistir a centros de trabajo, espacios públicos y otros lugares concurridos.
  • Un lactario. A partir del año 2016 se estableció que los espacios de trabajo deben contar con un lugar adecuado e higiénico para extraerse leche. Este lugar no debe ser un baño, ni una enfermería, ni un consultorio médico, por representar un riesgo sanitario para las mujeres y sus bebés. Lo ideal es que sea un espacio privado con asientos cómodos, lavamanos, un refrigerador con congelador para almacenar la leche y un dispensador de agua. Puedes compartir con tu empleador esta “Guía para la instalación y funcionamiento de salas de lactancia”, elaborada por la Secretaría del Trabajo y Previsión Social.
  • Tiempo. Puedes tomarte dos periodos, de 30 minutos cada uno para extraerte leche en la oficina o hacer visitas a la guardería de tu bebé (servicio al cual también tienes derecho) o bien juntarlos para irte una hora más temprano o llegar una hora más tarde. Esta facilidad se extiende a seis meses después de que regreses a tu trabajo y no se te debe descontar este tiempo de tu salario.
  • Seguridad. No debes trabajar en labores insalubres o peligrosas para ti ni para tu lactante (por ejemplo, que impliquen el manejo de químicos tóxicos que puedan pasar a través de la leche, levantar o empujar grandes pesos durante el posparto o la alteración de tu estado psíquico y nervioso). Tampoco te pueden pedir que trabajes después de las 10 de la noche.
  • Descanso. Debes tener un descanso del trabajo de seis semanas anteriores (de las cuales cuatro se pueden transferir para después del parto) y seis posteriores al parto con salario íntegro, prestaciones y derechos. Este tiempo se puede extender un máximo de 60 días si surge una complicación por el embarazo o el parto, o si tu bebé presenta alguna condición médica, teniendo como derecho el 50% de tu salario.

Si no se cumplen tus derechos o te sientes discriminada o intimidada en tu trabajo por ser una mamá lactante, puedes acudir a la Procuraduría Federal de la Defensa del Trabajo.

No debes trabajar en labores insalubres o peligrosas para ti ni para tu bebé lactante, ni tampoco después de las 10 de la noche.

* Jimena Guarque es educadora perinatal certificada por Lamaze International, doula de parto y terapeuta Gestalt especialista en Desarrollo Humano. Trabaja en periodismo enfocado a la salud, psicología, reproducción y sexualidad femenina desde hace 20 años. Su pasión es difundir información que permita a las mujeres tener opciones, ser apoyadas en sus decisiones y ser respetadas.