“Los papás también se la rifan”, Mal Padre

Una noche, tras un largo día en el trabajo, su esposa le dijo que le tenía un regalo. Comenzó a preguntarse si había olvidado alguna fecha importante y cuando abrió el envoltorio vio un pañalero. Fue así como Mal Padre se enteró de que sería papá.

En ese momento sintió mucha emoción, pero también una ola de dudas cayó sobre él. Es papá de dos pequeñas, una de cuatro y la otra de un año y medio. Para él, “la paternidad es una aventura, un vaivén de emociones con momentos muy oscuros, pero también felices, donde lo más importante es disfrutar para conocer a tus hijos y acercarte a su corazón”.

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Mal Padre con sus hijas
La paternidad es un vaivén de emociones con muchos momentos difíciles, pero también muy felices. Foto: Mal Padre

El nacimiento de un Mal Padre

Desde el primer momento tenía claro que quería involucrarse en el desarrollo de sus hijas, pero no sabía cómo. Investigó y encontró mucha información de “mamás que le hablaban a otras mamás”.

“Yo nunca había cargado a un bebé antes de ser papá, ese fue el primer reto: cómo agarrar al bebé. Pensé: vamos a ver qué nos dice YouTube. Encontré muchos contenidos de mamás hablándoles a otras mamás. Sí me sirvió, pero me hacía falta algo. Somos seres humanos distintos, me hacía falta el lenguaje del papá, había cosas que aún no me cuadraban tanto”.

Para su segunda pequeña, que nació a mitad de la pandemia, se dio cuenta de la necesidad de crear contenido de “papás que le hablen a otros papás”. Fue así como surgió Mal Padre, un proyecto con el cual comparte sus experiencias, aprendizajes, así como sus desventuras.

“Con el nombre lo que quería plasmar es que no soy un papá perfecto, pero no me preocupa. Me relajo un poco en ese asunto y trato de hablar desde mis sombras. Soy un ser humano con miedos, inseguridades, demonios y en algún momento eso impacta en mi crianza; pero que puedo sanar”.

Hoy Mal Padre tiene una comunidad de más de 125 mil seguidores en Facebook, 111 mil en Tik Tok, 8 mil en Instagram y 916 suscriptores en YouTube. Plataformas desde las cuales sube contenido con temas tan variados como tips de cuidados del bebé o memes que retratan con humor situaciones cotidianas de la crianza.

“Lo más importante es disfrutar y sobre todo, lo que tratamos de hacer en el canal es acercar a los papas al corazón de sus hijos. Una vez que están ahí, que tienen esa conexión con sus hijos, van por buen camino”.

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Mal Padre con un bebé
Las plataformas digitales hacen posible crear contenido de papás para papás. Foto: Mal Padre

Despertar de la paternidad

Un día, al hacer compras en el súper, Mal Padre vio a su bebé y no entendía qué era lo que llamaba tanto su atención. Su pequeña miraba asombrada todo a su alrededor, mientras él empujaba el carrito.

De pronto, al entender cómo es que ella estaba percibiendo su entorno y cómo es que lo veía, sintió ese “despertar de la paternidad”, pues le hizo abrir los ojos, entender la manera en la que ella entendía el mundo.

“Entonces pensé que veía luces alrededor de ella y dije ¡wow, qué hermoso!, este es el despertar de la paternidad. Más que tú darle algo a ellos, tus hijos te abren los ojos. Me liberó de ese adulto aburrido que estaba manejando un carrito en el súper y me empezó a motivar a disfrutarla más, a escucharla hablar, a intentar pensar cómo entendía el mundo”.

Está convencido de que los hijos llegan a tu vida para convertirte en mejor persona. “La paternidad vino a nosotros para que crezcamos”, dice.

Mal Padre cargando a su bebé
La paternidad llega para hacerte mejor persona. Foto: Mal Padre

Momentos desafiantes

En ese vaivén de emociones que es la paternidad, Mal Padre nos cuenta algunos de los momentos más desafiantes que ha vivido como papá, pero de ellos ha aprendido no solo cómo acercarse a sus hijas sino a tratar de entenderlas y conocer sus necesidades. La lección más importante que aprendió de esas situaciones fue disfrutarlas, porque el tiempo no regresa y cada día con los hijos es muy valioso.

Uno de esos momentos difíciles fue cuando su hija, la mayor, tenía dos años. No paraba de llorar, no la podía calmar, se hacía tarde y no podían salir de la casa. Se sintió tan desesperado que comenzó a alzar la voz y le dijo: “¿Por qué no me entiendes?”, fue cuando cayó en cuenta de que el que no entendía, era él.

“Ya había escuchado esa leyenda de los berrinches en los terribles dos años. En ese momento no había nada que la calmara. Ya estaba enojado porque no podíamos irnos. De repente, como un flashazo, lo entendí. ¡Me está tratando de explicar algo! Volteo y traía dos líneas de crema y dice: ¡Mira, como papá! Y dije: Tengo que aprender de esto. Nos pueden cerrar la escuela, correr del trabajo, pero esos minutos con tus hijos no regresan jamás”.

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Los papás también “se la rifan”

La audiencia de Mal Padre en su mayoría siguen siendo mamás, hay papás pero aún son pocos. El blogger asegura que aunque cada vez son más los hombres interesados en la crianza de sus hijos, aún hay una brecha, en especial con las generaciones más grandes.

“Es importante que los papás también vean que se puede. Si en algún momento sienten vergüenza por algo, hay que decir: soy un mal padre, me la voy a rifar sin problema. Existen muchos papás que todavía no evolucionan a esa parte. Las nuevas generaciones están más despiertas, pero a las de arriba de 35 y 40 años les cuesta, no saben que pueden hacer muchas cosas con sus hijos”.

Mal Padre con sus hijas de vacaciones
A muchos papás de generaciones mayores les cuesta involucrarse en la crianza de sus hijos. Foto: Mal Padre

De acuerdo con el influencer debemos entender la paternidad como algo diferente de la maternidad y plantearnos si el amor de papá es diferente al de mamá. En la medida en la que nos hagamos estas preguntas se abrirá la pauta para definir cuál es el rol del papá en la actualidad.

“Nos falta mucho camino por recorrer para llenar esa palabra. Paternidad de muchas vertientes, de muchas cosas distintas que nos ayuden a definirla”.

Mal Padre nos habla de la importancia que tiene hacer equipo con tu pareja, que las mamás empiecen a soltar para que los papás “también le entren” y que aprendan cómo resolver las necesidades de sus pequeños.

“Si las mamás empiezan a soltar ciertas cosas, los papás saben que pueden participar. Si el bebé llora, el papá tiene que resolver. Este tipo de pequeñas acciones que pueden hacer en pareja ayudan a papá a que entienda cuál es su rol en la crianza. No tienes ninguna limitación, un papá lo puede todo, salvo la lactancia, lo demás lo puede hacer. Si lo piensas así, no habrá limitantes para acercarte al corazón de tus hijos”.

Mal Padre con sus hijas en el auto
Los papás tienen que hacer equipo con sus parejas para participar en la crianza. Foto: Mal Padre

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