Aspecto de un recién nacido, ¿qué es ‘normal’?

Los recién nacidos no se ven para nada como en las pelis. En lugar de la imagen del bebé perfecto, con frecuencia se ven azules, están cubiertos con una sustancia gelatinosa y parecen haber tenido una pelea, sin embargo, “es normal”, el aspecto de un recién nacido no es precisamente estético pero eso no resta la ternura que nos hacen sentir.

Eso que hace que el esperado bebé se vea raro es momentáneo. Después de todo, los bebés se desarrollan inmersos en líquido y están hechos bolita en el espacio muy reducido del útero. Después, en la mayoría de los partos, deben atravesar el canal de parto que es estrecho y con paredes de huesos.

Aspecto de un recién nacido.
Aspecto de un recién nacido. Foto: Envato Elements

¿Qué debemos esperar?

Primero que nada, recordar siempre que cada pequeño es diferente, tener en cuenta que la palabra “normal” tiene sus matices pues cada bebé se desarrolla a su ritmo, por lo que aquí hablaremos en general, sin embargo, antes de caer en pánico, recuerda que esto es solo una visión general, pero nadie mejor que el pediatra de tu peque sabrá cómo va la “normalidad” de tu hijo.

En la mayoría de los casos, los bebés parecen estar despiertos aproximadamente durante la primera hora posterior al parto. Es un excelente momento para que tú y tu recién nacido se conozcan y comiencen el proceso de crear lazos afectivos. Pero si las circunstancias te impiden conocer a tu bebé inmediatamente, no te preocupes, pronto tendrás mucho tiempo de calidad con tu bebé.

Foto: Envato Elements

Aspecto de un recién nacido: la cabeza

La cabeza de los bebés es la primera parte en atravesar el canal de parto. El cráneo de los recién nacidos está formado por huesos independientes (que con el tiempo se fusionarán entre sí) para permitir que la cabeza se achique y pase por el estrecho canal sin que la madre ni el bebé sufran lesiones. Por lo tanto, las cabezas de los recién nacidos por parto natural son un tanto deformes debido al desplazamiento y la superposición de los huesos del cráneo.

La parte superior de la cabeza está estirada o en punta cuando el bebé nace. Este aspecto extraño desaparecerá en los siguientes días a medida que los huesos del cráneo se acomoden y adopten una forma más redondeada. Las cabezas de los bebés que nacen por cesárea o de nalgas (primero asoman los pies o las nalgas) no suelen tener esta deformación.

Gracias a la separación de los huesos del cráneo (no tengas miedo, no pasa nada) vas a sentir dos fontanelas, o espacios blandos, en la parte superior de la cabeza. El más grande, ubicado hacia el frente de la cabeza, tiene forma de diamante y suele medir entre 2.5 y 7.5 cm de ancho. Más atrás, hay una fontanela más pequeña y de forma triangular, justo a la altura donde le acomodas un gorro.

Que no cunda el pánico si ves que las fontanelas sobresalen cuando el bebé llora o hace fuerza, o si parece que se mueven hacia arriba y abajo al ritmo de los latidos del corazón del bebé. Esto es absolutamente normal. Al paso del tiempo, las fontanelas desaparecerán a medida que los huesos del cráneo se fusionan. Esto suele ocurrir entre los 12 y los 18 meses en el caso de la fontanela frontal y en aproximadamente 6 meses en el caso de la posterior.

Además de verse como un huevo, la cabeza del bebé podría tener uno o dos bultos debido al trauma del parto. El caput succedaneum es una inflamación y hematoma circular del cuero cabelludo en la parte superior y posterior de la cabeza, que es la parte del cráneo que abre paso a través del canal de parto. Suele desaparecer en unos pocos días.

El cefalohematoma es una acumulación de sangre debajo de la membrana que recubre los huesos del cráneo. Aparece durante el parto debido a la presión de la cabeza contra los huesos de la pelvis de la madre. Este bulto se forma a un costado de la parte superior de la cabeza del bebé y, a diferencia del caput succedaneum, puede tardar entre una y dos semanas en desaparecer. La desintegración de la sangre acumulada en un cefalohematoma puede hacer que los bebés estén un poco amarillentos durante su primera semana de vida.

Es importante hacer hincapié que tanto el caput succedaneum como el cefalohematoma se deben a traumas fuera del cráneo; ninguno de ellos indica que haya una lesión en el cerebro del bebé.

La cabeza de un recién nacido podría verse como huevo.
La cabeza de un recién nacido podría verse como huevo. Foto: Envato Elements

Aspecto de un recién nacido: la piel

Los recién nacidos están cubiertos con varios líquidos al nacer, incluido líquido amniótico y, con frecuencia, algo de sangre (de la madre, no del bebé). El personal que ayuda en el parto secará a tu bebé inmediatamente para evitar una caída en la temperatura del cuerpo del pequeñito.

Los recién nacidos también están cubiertos con un material, blanco, pastoso y espeso que recibe el nombre de vérnix caseoso que está formado por las células de piel muerta del feto y secreciones de las glándulas de la piel. La mayor parte se eliminará durante el primer baño del bebé.

No te asustes al notar los patrones de color y matices de la piel de tu recién nacido. Las manchas reticuladas en la piel son comunes debido a que la circulación de la sangre en la superficie de la piel todavía es muy inestable. Por el mismo motivo, aparece la acrocianosis, o el color azul de la piel en las manos y los pies, así como en la zona que rodea los labios, en especial si el bebé está en un ambiente frío.

Al hacer fuerza para llorar o hacer popó, la piel del bebé puede verse roja o azulada. Tanto las marcas rojas, rasguños, moretones y petequias (pequeñas manchas de sangre que se filtran por pequeños vasos sanguíneos de la piel) son comunes en el rostro y otras partes del cuerpo. Todas se deben al haber sido presionados a través del canal de parto y desaparecerán y curarán durante la primera o segunda semana de vida.

La cara, hombros y espalda de tu recién nacido pueden estar cubiertos de vellito fino y blando que se llama lanugo. La mayor parte de este pelo se cae dentro del útero antes del nacimiento por eso es que los bebés prematuros son más peluditos que los demás. Cualquiera sea el caso, este pelo desaparecerá en unas pocas semanas.

La capa superior de piel de tu recién nacido volverá escamosa y se caerá durante la primera o segunda semana de vida. Esto es normal y no es necesario ningún cuidado especial. Algunos bebés ya nacen con la piel escamada, en especial aquellos que nacen después de la fecha probable de parto.

Manchas de nacimiento

No todos los bebés tienen una mancha de nacimiento. Sin embargo, las zonas rosas o rojas, llamadas mancha salmón (también reciben el nombre de “picadura de cigüeña” y “beso de ángel”), son comunes y suelen desaparecer durante el primer año de vida. Se presentan con más frecuencia en la parte posterior del cuello o en el puente de la nariz, los párpados o las cejas, pero pueden aparecer en cualquier lugar, especialmente en bebés de piel clara.

Mancha salmón.
Mancha salmón. Foto: Envato Elements

Las manchas mongólicas son manchas de color verde azulado o azul, similares a manchas de tinta, y aparecen en la espalda, las nalgas y otras partes de la piel. Están presentes en los bebés de piel morena, oscura o de ascendencia asiática, y son menos frecuentes en los bebés de piel clara. Estas manchas no tienen importancia y casi siempre se aclaran o desaparecen en unos pocos años.

Los hemangiomas capilares o marcas de fresa son manchas rojas alzadas sobre la piel que se forman por la agrupación de vasos sanguíneos ensanchados. Pueden verse pálidas al nacer y ponerse rojas y agrandarse durante los primeros meses de vida. Suelen achicarse y desaparecer dentro de los primeros seis años, sin necesidad de tratamiento.

Marca de fresa en recién nacido
Marca de fresa en recién nacido. Foto: Envato Elements

Las manchas de vino de Oporto, que son manchas de nacimiento grandes y de color rojo o púrpura, no desaparecen por sí solas. A medida que el niño crece, tal vez sea necesario acudir a un dermatólogo debido a las preocupaciones por el aspecto estético.

Mancha de vino de Oporto.
Mancha de vino de Oporto. Foto: Envato Elements

Las manchas café con leche, (tienen un color similar al del café con leche), podrían presentarse en la piel de algunos bebés. Estas manchas se pueden oscurecer o aparecer a medida que el bebé crece, pero no tienen gran importancia.

Los lunares comunes, que reciben el nombre de nevo pigmentado, también pueden estar presentes al nacer, aparecer u oscurecerse a medida que tu peque crece. Es necesario consultar al médico si un lunar crece mucho o se ve raro; tal vez sea necesario quitarlo.

mancha café con leche.
Ejemplo de mancha café con leche. Foto: Envato Elements

Los sarpullidos (erupciones)

Al nacer, los bebés pueden tener varios sarpullidos inofensivos o aparecer durante las primeras semanas de vida. Las pequeñas manchas blancas o amarillas y chatas, que reciben el nombre de milia, se deben a la acumulación de secreciones de las glándulas de la piel y desaparecerán dentro de las primeras semanas de vida.

La miliaria (pequeños granitos rojos que con frecuencia tienen una “cabeza” amarilla) también es llamada “acné del recién nacido”.  Es frecuente en el rostro, pero puede aparecer en otras zonas del cuerpo. Se trata de una condición inofensiva que desaparecerá durante las primeras semanas con el cuidado normal de la piel.

A pesar de que su nombre es alarmante, el eritema tóxico es un sarpullido inofensivo presente en los recién nacidos. Se caracteriza por manchas rojas con bultos pálidos o amarillentos en el centro, como de urticaria. Este sarpullido suele aparecer durante el primer o segundo día de vida y desaparece dentro de la primera semana.

La melanosis pustulosa es un sarpullido que está presente al nacer. Se caracteriza por tener ronchas o ampollas de color café oscuro en el cuello, espalda, brazos, piernas y palmas de las manos. Estas manchas desaparecen sin necesidad de tratamiento.

Asimismo, es común ver bebés que nacen con ampollas en dedos, manos y brazos. Esto se debe a que el feto los succionaba cuando estaba en el útero.

La ictericia en los recién nacidos, un color amarillento de la piel y las partes blancas de los ojos es algo muy común que aparece hasta el segundo o tercer día de vida y desaparece en una o dos semanas. La ictericia se debe a la acumulación de bilirrubina en la sangre, la piel y otros tejidos porque el hígado del recién nacido apenas empieza a eliminar esta sustancia del organismo correctamente.

Recién nacido con sarpullido.
Recién nacido con sarpullido. Foto: Envato Elements

Conoce a tu bebé

Durante los primeros días y semanas de vida de un recién nacido la mayoría de los padres primerizos no dejan de maravillarse y disfrutar de tenerlo ya en brazos, pero la responsabilidad de criar a esta nueva personita puede ser atemorizante; en especial si nunca habías estado cerca de un bebé recién nacido y no sabes en realidad cómo se ve y cuáles son sus comportamientos esperados.

Si te sientes ansioso o inseguro acerca de cómo cuidar a tu bebé no dudes en llamar al pediatra, familiares o amigos que hayan atravesado la experiencia de cuidar a un recién nacido. Ellos estarán felices de apoyarte y ofrecerán la ayuda necesaria para que puedas recuperarte y empezar tu vida como mamá o papá de un hermoso ser.

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