Hablemos de la posibilidad de congelar tus óvulos

Por Nayeli Rueda

Si estás pensando en postergar la maternidad para después de los 35 años, quizá te interese saber que hoy en día existen técnicas, como la congelación de óvulos, que te permitirán ser madre cuando lo desees, sin estar presionada por el reloj biológico.

La vitrificación o congelación de los óvulos es un procedimiento que detiene el envejecimiento de las células reproductivas femeninas: “las mujeres nacen con una cantidad de ovocitos que irán utilizando en el transcurso de su vida. A mayor edad, sus células disminuyen en cantidad y calidad”, explica el doctor Fernando Gallardo Pineda, director del Centro de Especialidad en la Mujer y la Pareja Infértil (CEMPI)

La Organización Mundial de la Salud, en el Glosario de terminología en Técnicas de Reproducción Asistida (TRA), define a la vitrificación  como un método ultrarrápido de criopreservación que previene la formación de hielo dentro de una suspensión que se solidifica de manera similar al vidrio. 

Motivaciones y decisiones

La congelación de los óvulos ha sido también una opción para mujeres con cáncer que se someten a tratamientos oncológicos, debido a que se puede dañar los ovarios y causar infertilidad a futuro. 

Actualmente, explica el doctor Gallardo Pineda, hay muchas mujeres que postergan el embarazo hasta los 38 años y ya no tienen una función ovárica adecuada. La fertilidad decae después de los 35 años. A los 40 años, una mujer puede tener solamente un tres por ciento de su reserva ovárica.

El especialista en reproducción humana comenta que hay mujeres sanas que, antes de los 35 años, optan por congelar sus óvulos hasta por 10 años, o más, y retrasar la maternidad hasta los 40 o 45 años. “Cada vez hay más mujeres que desean embarazarse a esta edad”.

“En la pandemia, muchas mujeres detuvieron sus actividades y, de alguna forma, su vida social. Pero el reloj biológico sigue avanzando, así que hemos visto que ha crecido el interés por este tipo de procedimientos”.  

Fernando Gallardo Pineda, especialista en reproducción humana

Así es el procedimiento

Para llevar a cabo este proceso es necesario que la mujer tome hormonas para estimular su producción ovárica, a los pocos días de iniciar su ciclo menstrual. Durante ese tiempo se realizarán ecografías transvaginales para monitorear el crecimiento de los folículos, que contienen los óvulos que se van a congelar.

Una vez que han madurado, que suele ser en el día 14, los óvulos se extraen por vía vaginal. “Se hace una pequeña sedación y, a través de un ultrasonido, nos vamos guiando para aspirar cada folículo que se hizo crecer. El proceso dura entre cinco y 10 minutos”, explica el experto.

Los óvulos son vitrificados en el laboratorio, se mantienen almacenados en nitrógeno líquido y pueden conservarse indefinidamente. La cantidad que se obtenga de ovocitos depende de cada mujer, pero son entre 15 y 25. “Con un promedio de 10 podemos trabajar muy bien un ciclo de reproducción a futuro”, puntualiza el Dr. Gallardo Pineda.

El congelamiento se realiza en segundos y los óvulos se conservan en contenedores de nitrógeno líquido a -195 grados centígrados. Toda la materia viva se paraliza. Estos tratamientos se han venido realizando desde los años ochenta, y conforme pasa el tiempo se vuelven más accesibles para la población.

Cuando una mujer decide utilizar los óvulos congelados, éstos se descongelarán y se fecundarán mediante la técnica de Inyección Intracitoplasmática de Espermatozoides (ICSI) para generar embriones. El endometrio se prepara previamente para la implantación.

De acuerdo con el documento Consenso Nacional Mexicano de Reproducción Asistida, “los avances en reproducción asistida, criobiología y, en especial, vitrificación, logran excelentes resultados en preservación de espermatozoides, óvulos (fecundados o no) y tejido gonadal”.

“A través de esta técnica se está desafiando el reloj biológico de la mujer y asegurando que más adelante logre un embarazo, siempre y cuando esté sana”.

Dr. Fernando Gallardo Pineda.