Cepillar los dientes con una pasta dental fluorada, dos veces al día, durante 2 o 3 minutos, junto al uso del hilo dental o cepillos interdentales, es la manera más básica para controlar la placa dental y mantener la salud oral, sin embargo, descifrar cómo elegir una buena pasta de dientes debe ser la prioridad y los demás complementos un acompañante, como si la pasta fuera Batman y el cepillo Robin, y pues ya el hilo, los enjuagues, etc., como la Liga de la Justicia de la limpieza y la salud bucal.
¿Te ha pasado que estás en la farmacia o el supermercado en el pasillo del cuidado oral y hay más de 10 coloridas y llamativas presentaciones de pasta de dientes? Las preguntas que vienen a la cabeza son muchas: ¿qué pasta dental compro? ¿cuál es la mejor para mí? ¿le compro a los niños la del personaje de caricaturas? La oferta es muy variada y la información que viene en los envases es algo confusa y difícil de comprender. Pero aquí te vamos a ayudar a que tomes la mejor decisión en este tema.
¿Qué tiene una buena pasta de dientes básica que la hace elegible?
La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (U.S. Food and Drug Administration, FDA) detalla los componentes de una pasta dental. Si leemos cuidadosamente la lista de ingredientes de una pasta dental básica, nos daremos cuenta de que contiene agentes abrasivos (sílice hidratada, alúmina hidratada, carbonato de calcio, bicarbonato de sodio, etc.). Estas sustancias mejoran la acción mecánica del cepillado porque ayudan a desprender la placa dental de la superficie del diente.
También incluye un surfactante (como el lauril sulfato sódico) que hace que la pasta produzca espuma y favorece la descomposición de los agentes orgánicos de la placa dental.
La carboximetilcelulosa, un aglutinante, estabiliza la fórmula y le da la consistencia pastosa. Si además se añaden humectantes, como la glicerina y el sorbitol, se evita la pérdida de agua, impidiendo que la pasta se endurezca en contacto con el aire.
Para que el sabor de la pasta de dientes resulte más agradable se utilizan edulcorantes, generalmente sacarina sódica, y saborizantes.
El flúor (fluoruro sódico, flúor de aminas, fluoruro de estaño o monofluorofosfato sódico) tiene una acción preventiva frente a la caries y, al inhibir la actividad bacteriana, contribuye al control de la placa dentobacteriana. Por si fuera poco, el flúor, junto con el calcio y el fosfato, es un componente esencial de la estructura mineral del diente, fundamental para mantener su composición.
Ciertas pastas incorporan el pirofosfato sódico o algunos compuestos de zinc que inhiben la formación de cristales que calcifican la placa. Otro grupo de buenas pastas de dientes para elegir son las que contienen agentes antisépticos como la clorhexidina. Pueden estar indicadas para el control de la placa, aunque es conveniente utilizarlas sólo por consejo del dentista.
¿Funcionan las blanqueadoras?
Estas pastas merecen una explicación aparte. La mayoría de ellas no contienen ningún agente blanqueador específico y, sencillamente, aumentan la proporción de agentes abrasivos o erosivos.
Aunque en la mayoría de los casos el grado de abrasividad de sus componentes está dentro de los rangos permitidos, es conveniente buscar aquellas que poseen un sello de calidad emitido por la Asociación Dental Americana (ADA).
Otras fórmulas dentales incorporan agentes enmascaradores el dióxido de titanio, que no tiene una acción específicamente blanqueadora.
Los únicos componentes que ejercen una auténtica acción blanqueadora son el peróxido de hidrógeno, en concentraciones inferiores al 0.1% o el peróxido de carbamida, en concentraciones no superiores al 3%. Pero te recomendamos pedir el consejo de tu dentista.
Las personas que sufren de las encías deberían elegir una pasta con baja abrasividad, ya que hay partes de la estructura del diente que son más susceptibles a la abrasión. Las pastas que contienen bicarbonato de sodio son, en general, menos agresivas. Algunas personas que presentan este problema también podrían tener sensibilidad dental, por lo que la incorporación de alguno de los agentes desensibilizantes comentados anteriormente pueden ayudarles a minimizar este problema.
Las pastas infantiles deben ser dosificadas por un adulto
Como las pastas de dientes infantiles suelen incorporar sabores agradables, los peques tienden a chuparlas y tragárselas como golosinas. Es mejor que tú pongas la cantidad adecuada en el cepillo del pequeño.
La doctora Carmen Llena Puy nos aconseja que el cepillado dental de los más pequeños debe de ser realizado por un adulto hasta que adquieran la destreza suficiente para hacerlo de forma efectiva, y supervisado al menos hasta los 8 o 9 años.
Algunos dentistas recomiendan no enjuagar después de aplicar la pasta, sólo escupirla, y en niños muy pequeños, limpiar los excesos con una gasa o toalla ya que los ingredientes no se absorberán completamente en los dientes y las encías y perdemos todos los beneficios que nos brinda.
Con respecto a la concentración de flúor de las pastas, debe de ser de mil ppm para niños de 0 a 6 años (a partir de que sale el primer diente) y de mil 450 ppm a partir de los 6 años. Variará la cantidad en función de la edad:
- mínima de 0 a 3 años
- del tamaño de un grano de arroz de 3 a 6 y
- del tamaño de un chícharo a partir de los 6 años, esto te incluye, ¿eh?
¿Qué hay con las pastas que tienen aloe vera (sábila) y carbón activado?
Desgraciadamente no hay evidencia de que el aloe vera ayude a reducir o combatir la placa y la gingivitis mejor que la pasta de dientes tradicional. Además, algunas de esas marcas carecen de flúor, que es un componente esencial de la pasta de dientes.
Relativamente nueva en el mercado, la pasta de dientes con carbón se ha convertido en la última tendencia. ¡Ojo! Debemos evitar los productos que contienen carbón en los dientes. El carbón vegetal es muy abrasivo y puede dañar la capa de esmalte de los dientes y provocar una mayor sensibilidad a largo plazo.
El enjuague bucal no sustituye al cepillado
Podemos clasificar los enjuagues en tres grandes bloques: los que aportan sensación de frescor en la boca, los que contienen antisépticos y los que contienen flúor.
Hay que destacar que el enjuague no sustituye al cepillado en la remoción de placa, sino que lo complementa en aquellos casos en que, por recomendación del dentista, sea necesario. También puede usarse meramente para proporcionar frescor bucal y dejar una sensación agradable tras la limpieza.
Cuando busques una pasta de dientes, encontrarás muchas promesas sobre la protección contra las caries, la gingivitis, la placa, la sensibilidad, el sarro, el blanqueamiento y la frescura del aliento. Las pastas, geles o polvos potencian el poder de cepillado y limpieza de tu cepillo de dientes. Sólo checa de que contengan fluoruro para que eliminen eficazmente la placa de bacterias que se forma en las encías y los dientes después de comer. Lo demás, es cuestión de gustos.
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